Bien podemos decir que el entrañable rincón de “La Flecha”, está en buenas manos. Cuando hace unos años los entonces propietarios decidieron desprenderse de tan literario paraje, hubo un salmantino que lo adquirió: el doctor don Emiliano Hernández Benito. Y ya, cuando ha convertido la arruinada casa del guarda en una residencia cómoda y actual; cuando ha diseñado la nueva huerta y algunos leves caminos, contemplamos con alegría que ninguna mano ha osado tocar lo que vimos cuando éramos niños. El doctor Hernández Benito y su esposa, han puesto especial cuidado en no modificar la estructura del rincón de La Flecha. Y han reparado la fuente, y limpiado con sofisticaciones de piso y decorativa la entrada del huerto. Y conservado como estuvo siempre el “cenador”. “La Flecha” sigue siendo “La Flecha”, porque está en manos sensibles que saben conservar la asilvestrada “espesura” y no dañar el conjunto con cosas nuevas que rompieran la tradición literaria del “histórico” paraje.